Description
Los pastores y líderes necesitamos desarrollar la conciencia de que fuimos llamados a hacer equipo en el reino de Dios. Los llaneros solitarios no son modelos en la obra del Señor. Tenemos que aguzar el discernimiento para detectar a las personas que integraremos como colaboradores.
Enfoquemos la visión hacia los miembros de la iglesia para observar a los que podrían ser nuestros leales compañeros en los desafíos y proyectos que el Espíritu Santo nos dé. Bueno será que de entre los colegas del área hagamos amigos entrañables, con lo cuales podamos relacionarnos para dar y recibir apoyo y asesoría mutua. La soledad no tiene que ser constante, el trabajo y la vida aislados no nos convienen. Sigamos el principio bíblico del esfuerzo en equipo y todos saldremos ganando.